domingo, 9 de enero de 2011

"FLYING" Y "ALCALÁ 20", NADIE DIO LA VOZ DE ALARMA

-Edición 86: El análisis de la tragedia en  las discotecas "Flying" (1990)  y  "Alcalá 20" (1983)

Intervienen:

-Antonio Ponz suboficial de Bomberos que participó en las labores de extinción del incendio de la discoteca Flying de Zaragoza en 1990.

-Carlos Gracía Sos, sanitario ATS del Cuerpo de Bomberos AYTO Zaragoza que participó en las labores de rescate de la discoteca Flying de Zaragoza en 1990.

-David Vela, director-gerente de ANVELA SAFETY SOLUTIONS-SISTEMAS DE SEGURIDAD 8x8 y vicepresidente de la Asociación de Prevención de Incendios de Aragón.

INCENDIO DE LA DISCOTECA FLYING DE ZARAGOZA

La discoteca Flying de Zaragoza se componía de dos plantas, la planta de la calle y el sótano. El 14 de enero de 1990 estaba tocando en la planta del sótano la orquesta Imágenes. Unos 70 asistententes estaban en la discoteca, aunque con anterioridad se habían vendido 130 entradas, algunos ya habian abandonado el local.

A las 2.30 horas de la madrugada se produce un apagón, sin mayor importancia en principio puesto que en más de una ocasión ya se habia producido. El cantante de la orquesta subió a la planta de la calle para ver lo que pasaba y se encontró que en el falso techo, justo encima de las escaleras de emergencia había fuego. El techo se desplomó casi en el acto, inutilizando la escalera de emergencia.

Las víctimas: 43 muertos y 1 herido grave.

INCENDIO DE LA DISCOTECA ALCALÁ 20

El 17 de diciembre de 1983, cerca de 300 personas disfrutaban de la noche madrileña en la discoteca Alcalá 20. A las 4:45 de la madrugada, un incendio sembró de muerte la sala. 81 personas murieron (otras fuentes 82), 49 de ellas asfixiadas, y otras 29 resultaron heridas.

La discoteca no contaba con salidas directas a la calle, las vías de evacuación tenían recorridos demasiado largos, todas las escaleras presentaban deficiencias, las puertas y los cierres no eran reglamentarios, la salida de humos brillaba por su ausencia... Un coctel mortal que se alió con el aterrador incendio para dejar un reguero de cadáveres en la sala. Las deficiencias, según la sentencia del Supremo, eran tantas y tan evidentes para cualquier observador medianamente despierto, que los consiguientes riesgos eran fácilmente previsibles y demandaban la oportuna diligencia por parte de los explotadores del negocio.

La sentencia de la Audiencia Provincial de abril de 1994, ratificada al año siguiente por el Alto Tribunal, condenó a dos años de prisión a los cuatro propietarios de la sala como autores de un delito de imprudencia temeraria con resultado de muerte, lesiones y daños. Además, el tribunal absolvió al entonces concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid, García Horcajo, al no considerar delictiva su actuación.

Duración 85 minutos.







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